jueves, 12 de noviembre de 2009

Felicidad química

No sé si es el clima, la iluminación del sol, el viento que hace que mis pensamientos dentro de mi cabeza se desordenen. Ando desubicada. En un estado mental en el que todo se ve tan real que parece ficticio. No sé si son estos días soleados de pre-invierno que hacen que todo se vea tan brillante.
Me cuesta trabajo calcular las distancias, la comida sabe más rico de lo usual, siento un frío tremendo.
Me siento como si estuviera dentro de uno de mis sueños, en los que pasan cosas inverosímiles, tan tangibles.
Me siento feliz, pero con una felicidad desbordada, fisiológica, perceptiblemente química, y no sé cuánto vaya a durar, pero es lo de menos, ¡se siente tan bien!