domingo, 28 de marzo de 2010

Mal de domingo

Hoy me dio el mal de domingo. El mal de la semana que se terminó y la que comienza, el mal de hacer corte de caja cada siete días. Es como el fin de año sólo que 52 veces al año, aunque en realidad no me da tan seguido.
Hoy siendo domingo me sentí preocupada, ansiosa. Ansiosa no de looking forward, sino ansiosa de cansancio, temor y preocupación por lo que depara la siguiente semana, el trabajo que no me gusta, de un pasado tan cargado de experiencias y la existencia que aunque siempre es monótona, este día de la semana me pesa más.
Me preocupa no tener energía, no tener ganas más que de dormir en los momentos de vigilia, y de no poder cerrar los ojos cuando faltan pocas horas para que me tenga que volver a levantar… de no poder disfrutar los días soleados y cálidos de este mes de marzo porque de lo único que tengo ganas es de dormir.

Energía y contrariedades

Realmente me siento abrumada por la violencia, lo peor de todo es que no es que me haya llegado a mí directamente. Ninguno de mis conocidos ha sido aun victima del narco, y de verdad espero que no suceda. Pero no puedo mantenerme al margen de lo que escucho por todos lados, muertos, ejecutados, asaltos, daños colaterales que terminan afectando a civiles que ni la deben ni la temen.
Además, y en un plano más personal y esotérico, hace poco escuche a una compañera de trabajo mencionando que en marzo hay mucha energía, que la energía no es positiva ni negativa, sino mas bien neutral, pero que cada quien la canaliza de manera diferente. No sé si hay mas energía porque es marzo, pero definitivamente hay demasiada energía estos últimos días, y por lo que percibo, no ha sido energía aprovechada muy positivamente. 

Puede ser también que me haya sugestionado esto, pero estas semanas si he escuchado de muchos amigos que han chocado, gente muy cercana a mi con severos problemas de salud, conflictos en el trabajo, gente cercana a la que le han clonado tarjetas y han sido víctimas de fraudes, mi coche se lo llevo la grúa ayer (arbitrariamente por supuesto, si no no me estaría quejando) etc. etc. No sé si es la energía (yo creo que si a continuación explicaré porque) pero definitivamente creo que ésta es una de esas épocas en las que llueve sobremojado…
Entonces lo del narco es como una representación en macro, violencia explícita, de la mala energía que percibo en mi universo micro (tengo la sensación de que eso que acabo de escribir es una burrada), o bien que he estado siguiendo las noticias con mas asiduidad estos días y estoy sugestionada fijándome en las cosas negativas, aunque me inclino a pensar que estos días han sido efectivamente mas conflictivos y llenos de contrariedades en general.

Otra cosa que se me viene a la mente, sobre todo con lo de la muerte de dos estudiantes del Tec en Monterrey, es como los jóvenes no tenemos muchas ganas de protestar. Muchos han hablado sobre lo indignante de la situación pero los jóvenes hemos dicho y hecho poco o nada. La mayoría atiende con fe ciega a las instrucciones del Rector del Sistema de no hacer ningún tipo de protesta. Hace rato leía en una columna que es hasta ahora que los niños ricos de universidades particulares saben lo que es la mano dura del ejercito, que entre a la universidad y que no haya manera de encontrar respuestas a los sucedido, y aun así las máximas protestas son minutos de silencio y una reticencia de los directivos a hacer alusión a lo sucedido, no sea que se vayan a crear fricciones en la calida relación entre el Sistema Tec y el actual gobierno.


Sobre la energía

Otro punto que  quería abordar en este post, es lo de la energía. Si ya se que estoy un poco traumada y sugestionada, pero creo que la idea no es tan descabellada.

El otro día pensaba que puede que sea cierto. Es decir, el cerebro humano tiene capacidades que siguen siendo un enigma para la medicina. Hay casos de gente que por alguna cirugía les implantan placas metálicas en la cabeza y son capaces de captar señales de radio con solo juntar los dientes.

Sí, la cabeza de una persona, con sólo un pedazo de metal puede hacer lo mismo que un radio (que necesita estar conectado a la luz, además de muchas otras piezas y cosas que lo componen, lo siento no soy experta en electrónica, ja como siempre, hablo al tanteo y guiada por mi ‘sentido común’). Entonces me pongo a pensar, en el ambiente no sólo hay ondas de radio, deben existir flotando muchas ondas más de todo tipo y cantidades de energía que ni nos imaginamos. Y seguramente el cerebro capta de alguna u otra manera todo este tipo de energía, además de que el cerebro mismo debe albergar una cantidad importante en forma de impulsos eléctricos. Entonces puede que las personas se vean afectadas de alguno u otro modo si la energía, en cantidad o calidad se modifique.

Y luego ya desvariando un poco más sobre este asunto con  mi madre, ella preguntó, "oye, pero entonces, si una persona se muere, su energía se queda?". A la conclusión a la que llegamos es que así debe ser, es decir, cada persona funciona con cierta cantidad de energía, y seria poco razonable contrariar las enseñanzas de Einstein: “La energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma”, por lo tanto si una persona se muere, su energía no se destruye, puede que se transforme, pero ahí sigue… ¿Qué loco no? Pero no me suena descabellado, como ya había mencionado antes.

En fin, tenía mucho que no escribía, y estos días he tenido como un ataque de verborrea cibernética, incluyendo Facebook y ese tipo de cosas (es en realidad son más las ganas de escribir cosas que se me vienen a la cabeza que el hecho en si de escribirlas…) y este blog contribuye a disminuir mi ansiedad por comunicarme con el mundo en estos días…

P.D. una disculpa por la falta de acentos, este teclado esta en ingles y poner cada acento significa presionar Alt + cuatro dígitos… es viernes en la tarde así que la verdad solo se incluyen en este texto los acentos que el corrector de Word señalo… es malo pero es lo que hay jaja…