Incómodo. Insufrible.
Respiro y todo el
aire del universo entrara en mis pulmones. Expiro y un gran vacío queda dentro.
Ansiedad enorme, absolutamente nada qué
hacer. Esperar, esperar. ¿Esperar a qué? No lo sé. Sólo esperar. Desear con
todas mis fuerzas que lo que quiero se cumpla. Esperando dejar de sentirme como
me siento, como opción única, segunda y peor. Resignación.
¿Qué hacer? ¿Cómo hacer? ¿Cómo se
desdobla, dobla, guarda, arruga, quema, avienta tanta frustración? ¿Cómo se espera,
cómo se vive así? ¡Qué inmensa la distancia insorteable entre eso y esto!
Pasarán los minutos y horas. En un rato todo
habrá pasado. Pero por ahora, este momento no es más que un barco inmóvil, sin
timón, sin velas, a pleno sol en medio de un mar sin la más ligera brisa. Solo
contemplación, y espera.